Esta vez el turno fue para los más pequeños del apoyo escolar, quienes pasaron una tarde divertida desarrollando actividades didácticas entre risas, símbolos matemáticos, números y rompecabezas. Cuando usamos el juego en espacios de aprendizaje todo es más divertido y motivante para los niños; además de que contribuyen en los procesos de atención y el seguimiento de instrucciones.
“Las matemáticas no son un juego, pero podemos aprenderlas jugando”